EL RETABLO EN EL ESPEJO
p r e s e n t a
“EL SUEÑO DE DOMÉNICO”
de
JORGE BLANCO VILLENA
S I N O P S I S
Filomena, la criada de Doménico, nos sitúa en el momento y el
lugar. Siglo XVI, Toledo, la Casa del Greco. Va a suceder un acontecimiento
fundamental para la historia del Arte.
El artista aparece en escena muy airado y profiriendo
maldiciones, narrando a Filomena el enojoso episodio vivido con un caballero
impresentable, a quien ha retratado con la mano en el pecho, en vez de llevarla
posada en la empuñadura de la espada, como es su deber. Doménico se lamenta de
la incomprensión del citado caballero, a quien un ataque de hipo le obligaba el
día del posado a llevarse la mano al
pecho continuamente. El caballero de la mano en el pecho se niega a llevarse su
retrato y rehúsa pagar al maestro, lo que provoca que este monte en cólera. A
los gritos acude la esposa del pintor, doña Jerónima de las Cuevas, que logra
serenarle y, cantándole una nana, que acabe sumergido en un profundo sueño.
La escena es invadida por una espesa y misteriosa niebla, en la
que aparecen una serie de personajes de extraña figura que le piden que les
retrate tal y como les está viendo. Doménico acepta retratarles sobre todo por
la necesidad de despertar de ese sueño tan tortuoso.
El Greco necesita entonces una modelo para pintar el primer
retrato, y el problema surge cuando se quiere servir de Filomena, pretendiendo
que deforme su cuerpo para que sea igual al de las figuras de su sueño...
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